Las finas pinceladas de las miniaturas requieren no sólo una mano firme y un buen ojo, tal vez apoyado por una gran lupa, sino también las herramientas que hacen posible el trabajo fino en primer lugar: un pincel de pelo de gato.
Los detalles de la pintura se hace con un solo pelo de gato. Los pelos restantes del pincel se usan principalmente para sostener este pelo.
Las fotos fueron tomados en Hamburgo en 1952 por Heribert von Koerber.